viernes, 9 de abril de 2010

GRAVE : La policía de Concordia dijo que los archivos de tiempos de la dictadura fueron quemados en el 2004

Dos días antes que se hiciera público el Decreto firmado por el gobernador Sergio Urribarri, mediante el cual se ordena a los organismos del Estado entrerriano, en especial a la policía, abrir los archivos para acceder a todo lo ocurrido entre los años 1956 y 1983, el responsable de Derechos Humanos de Concordia, Rubén Bonelli se presentó junto al escribano Nelson Gómez en la jefatura de policía de Concordia y se encontró con una sorpresa : en Concordia los libros de guardia de los años 1974, 75 y 76, donde debían estar asentados los movimientos diarios de la policía, fueron quemados “expurgados” en el año 2004 tiempos en que gobernaba Jorge Busti.


En otras palabras, la policía desnudó que un gobierno de la democracia ordenó, borrar las huellas de sangre dejadas por los responsables de la dictadura. ¿Por qué? La explicación ofrecida por el oficial Principal Andrés Costa, fue que “con el transcurso del tiempo, la documentación se quema”. El dato imposible de soslayar, es la sospecha que, en esa jefatura estuvo “chupado”, entre otros, Sixto Zalazar, secuestrado precisamente el 26 de mayo del 1976 o sea, el hecho que debió estar registrado y se quemó. Luego que DIARIOJUNIO accedió a esta información consultó a Bonelli y este aseguró que habló con la funcionaria de Busti de esa época, Graciela Bascourleguy y esta negó absolutamente esos dichos y habría agregado, siempre según el responsable de Derechos Humanos de la ciudad, que “hacer una cosa así sería ilegal, está prohibido por ley quemar documentos históricos y esos lo son”, dijo citando la ley de Archivo, 7452 del año 1984.


Por CLAUDIO GASTALDI

(De la redacción de Diario Junio, Concordia)

El tema reviste gravedad por el lado que se lo mire. Lo primero de todo es que el representante de los Derechos Humanos de un organismo del Estado, fue a buscar información a otro organismo del Estado (que está obligado por ley a entregarla) y no pudo acceder pues esa información no existe. ¿No existe? la funcionaria que supuestamente habría sido la encargada de quemar esos archivos lo niega terminantemente, y entonces… Por ahora, el cúmulo de preguntas dejan un hueco que probablemente destape una caja de pandora.


Otro dato que convierte esta historia en una hiriente ironía o como quiera llamársele, es que, por esos mismos días (año 2004), Busti como gobernador y Sergio Urribarri como Ministro de Gobierno, pusieron en vigencia la ley 9577, creando el Registro Único de la Verdad que permite acceder a la información de “todo tipo de documentación referidas a la represión hasta 1983”. O sea, ¿Acaso alguien puede creerse tanto cinismo, promulgar la ley y al mismo tiempo ordenar o permitir que se queme ? Francamente muy difícil.


Aunque no se crea, la paradoja es brutal. Bonelli llegó a la policía el pasado 22 de marzo, con una orden firmada por Roque Minata, Subsecretario de Derechos Humanos en la que este le solicitaba al jefe de policía de Concordia que “en el marco de lo dispuesto en los artículos 2º de la ley 9577 y 3º del Decreto 4425/04 autorice a Bonelli a acceder a los archivos”. Ese artículo de la ley señala “el Poder Ejecutivo pondrá a disposición los archivos de la policía”. La respuesta que recibió de otro funcionario policial, el Comisario Inspector Julio Vera es que “los libros de guardia no existen, lo que sí existe es el libro de Altas y Bajas del personal policial Nº 19”.

EL ACTO PUBLICO EN UN REGISTRO PÚBLICO

DIARIOJUNIO accedió al “Registro de Actos e Intervenciones Extraprotocolares” Acta Nº 183, Folio 92, Tomo 50 de fecha 22 de marzo de 2010, rubricada por escribano, en la que se afirma que alguien, destruyó, quemó esa documentación pública.

Imposible no sospechar que el propósito haya sido el de encubrir delitos de lesa humanidad. El pasado 22 de marzo de 2010 ingresaron a la policía departamental Concordia, Bonelli y Gómez y fueron recibidos por el entonces sub-jefe Luís Albarracín (ahora jefe departamental), los derivó a la oficina de antecedentes a cargo de Lilia Massuh (hermana del jefe de la fuerza en Entre Ríos). En ese lugar solicitaron los antecedentes de 3 concordienses desaparecidos, Sixto Zalazar, Julio Solaga y Jorge Papeti, también los antecedentes de Ileana Gómez quien fuera acribillada a balazos en la ciudad de Santa Fe.


En ese lugar y ante el interés de Bonelli por conocer los libros de guardia de los años 1974, 1975 y 1976, o sea el libro donde queda asentado día por día todo lo que ocurre en ese ámbito, el oficial principal Andrés Costa que en ese momento vestía de civil le respondió “que por el transcurso del tiempo la documentación se quema, que todo tiene su procedimiento ya que la orden viene de Paraná, de la Dirección de Archivo de la provincia. Siguió relatando que en el acto de quema tiene que estar el jefe o jefa de la dirección de archivo y que él recuerda que la jefa en ese momento, era una mujer”.
Bonelli le preguntó si quedaba alguna prueba de ese episodio, a lo que el oficial respondió que tiene que existir un acta y que debe estar en Paraná y que la quema se realizó en el campo del Abasto.


Tal relato quedó asentado en el mencionado “Registro de Actos…” que comenzó a escribirse a las 9,30 hs de ese 22 de marzo, dos días antes que Urribarri hiciera conocer la firma de un Decreto en el que ordenaba la apertura de archivos desde 1956 en virtud del pedido de aquellos que también quieren saber lo que ocurrió luego del primer golpe militar contra el peronismo.

En el lugar también estuvo presente el entonces jefe de Investigaciones y actual sub jefe de policía Lucio Villalba. En ese acto y siempre según lo consignado en el mencionado documento público rubricado por el escribano allí presente, estuvo el Comisario Inspector Julio Vera a quien también se le preguntó por los libros de guardia de esa fecha (74 al 76), a lo que contestó que tal documentación no existe y que, lo que sí existe es el “libro de Altas y Bajas del personal policial Nº 19”. En rigor la documentación que luego Bonelli entregó en el juzgado Federal de C. del Uruguay a cargo de Gustavo Román Pimentel.

BASCOURLEGUY–BONELLI

Luego que Bonelli escuchara de boca de los funcionarios policiales, Vera y Costa y que este le dijera que la quema fue en el 2004, que ocurrió en el campo del abasto y que él recordaba que la directora de Archivo era una mujer, Bonelli marchó a Paraná y este jueves hablo con la ya ex funcionaria.
Bascourleguy que fue funcionaria de Busti en su último gobierno y continuó hasta febrero de este año como directora de Archivo, hizo mención a la Ley provincial de Archivo, Nº 7452 dictada en el año 1984 y señaló que la misma prohíbe el “expurgo”, mas conocido como quema o incineración de documentos considerados históricos, judiciales o administrativos.


De hecho, con esa referencia negó rotundamente los dichos del funcionario policial. Habrá que ver ahora como sigue todo este verdadero embrollo. Por lo pronto, este hecho se conoce en el medio de una acción violenta contra la abogada la abogada querellante en las causas que se tramitan en Concepción del Uruguay, María Caccioppoli". Hoy su estudio fue violentado, sufrió el incendio de una computadora y el robo de documentación relacionada con el juicio oral contra represores que comenzará en los próximos días. En esta causa está procesado el último Ministro del Interior de la dictadura Albano Harguindeguy


FUENTE: Diario Junio Digital