El medico uruguayo, nacido en Concepción del Uruguay, que dedicó su vida a los humildes en Montevideo, y que luego exiliado en
Por VALENTÍN BISOGNI, de la redacción de Miércoles Digital
En la mañana de este lunes, el Área de Derechos Humanos de
Luego, radicado en Montevideo se graduó de doctor en Medicina y ejerció su profesión dedicando sus esfuerzos a los humildes, además de comprometerse activamente con la actividad gremial en el Sindicato Medico Uruguayo. Durante la última dictadura uruguaya se exilió en Buenos Aires donde finalmente fue secuestrado y desaparecido en el marco del Plan Cóndor (mediante el cual las dictaduras del Cono Sur coordinaron el terrorismo de Estado).
HOMENAJE
La actividad se desarrolló en el salón de actos Alejo Peyret del Colegio Superior del Uruguay Justo José de Urquiza, y del mismo participaron el rector de esa casa de estudios, profesor Eduardo Giqueaux, autoridades, estudiantes, militantes de los derechos humanos y familiares de desaparecidos.
Para comenzar el acto, el profesor Eduardo Ojeda, integrante del Área de Derechos Humanos de Uader, explicó a los estudiantes presentes quién fue Manuel Liberoff y el motivo por el que se lo homenajeaba. Con respecto a su vinculación con nuestra ciudad destacó que: “estudió en el Colegio y que seguramente tuvo el privilegio de ser alumno de grandes profesores, se me ocurre José Electo Brizuela o el profesor Fernández de los cuales sin duda aprendió muchos de los valores, las ideas y los conocimientos que luego signaron su trayectoria”.
“Fue un animador permanente del Despertar del Obrero, una institución señera del cooperativismo en nuestra ciudad y allí fue uno de los animadores de la biblioteca Sembrando Flores que aquellos hombres, aquellos trabajadores comprometidos con la cultura habían creado”, agregó Ojeda.
Por su parte el subsecretario de Derechos Humanos de
El funcionario provincial se dirigió a los jóvenes presentes y sostuvo que: “Ese compromiso social y comunitario que tenía Liberoff y que lo demostró es el compromiso que debemos llevarnos y sobre todos ustedes chicos deben llevarse porque están pasando por un colegio que no es solo uno de los más importantes de Argentina sino también de Latinoamérica”. Además, Minatta resaltó que: “El Colegio nos ha dejado enseñanzas y también nos ha dejado próceres y fue tan grande y tan amplio que también ha pasado gente que mejor ni recordarla, por más que en el salón de actos haya quizás algún cuadro”.
Por último, parafraseando al escritor Eduardo Galeano, que sobre la muerte del poeta Mario Benedetti había dicho que: “Benedetti
EDUCACIÓN Y DERECHOS HUMANOS
Luego, la antropóloga María Luisa Grianta, coordinadora del Área de Derechos Humanos explicó que: “desde
Grianta citó al poeta argentino Juan Gelman expresando que: “cada compañero tenía un pedazo de sol, en el alma, el corazón, la memoria. Cada compañero tenía un pedazo de sol y de eso estoy hablando. Solcito que se apagaba así, todavía alumbras esta noche en que estamos mirando la noche hacia el lado por donde sale el sol” e hizo un recorrido del compromiso que Liberoff asumió desde muy joven. Para cerrar y de manera emotiva leyó el poema El sur también existe, de Mario Benedetti, para despedir hasta siempre al poeta.
UN MÉDICO DEL PUEBLO
El cierre del acto estuvo a cargo de Benjamín Liberrof, hijo del médico desaparecido, quién viajó desde Montevideo para participar del homenaje realizado en el Colegio. Durante su intervención, más que emotiva, Benjamín destacó son sencillez la figura de su padre resaltando su espíritu solidario y su conciencia social.
“Hay que ser agradecido y el hecho de que hoy esté aquí caminando un poco por las calles que fueron de mi viejo, me brinda una posibilidad enorme de estar y de conversar con ustedes” dijo al iniciar sus palabras.
Emocionado por la actividad contó que: “Lo mejor que le podía pasar a Manuel, es que hoy se lo recordara así, estar en su colegio y de alguna forma estar evocando que nada de lo que se hizo fue en vano. Cosas como estas demuestran que ser solidario, que tener principios, que tener ideas, que querer transformar lo injusto vale la pena y hoy a los que cometieron esos asesinatos lo que la sociedad les dice es que fueron unos grandes traidores y a los que hicieron cosas como mi padre se los reconoce”.
Sobre su padre contó una breve anécdota que describe su compromiso y solidaridad: “en el barrio en el que me crié y transitábamos con Manuel, cuando íbamos a ver los enfermos, el llevaba siempre una cajita de madera que tenía cuatro estantes. En el de arriba llevaba un aparato de tomar la presión y un estetoscopio, en el segundo jeringas esterilizadas y algún bisturí y tijeras para tratar a los enfermos, en el tercer estante llevaba muestras gratis de medicamentos, esas que dan los laboratorios a los efectos de hacer los primeros tratamientos, y en el cuarto estante llevaba comida. Porque muchas veces no se puede tomar los medicamentos sin comida, y el lo sabía. Entonces ese tipo de cosas es la que hoy estamos recordando y ese tipo de cosas son por las que vale la pena seguir luchando”. Al finalizar también recordó a Mario Benedetti y su ideario artiguista.
PLACA EN EL COLEGIO
Finalmente se descubrió una placa en la galería del Colegio que lo recordará con la siguiente leyenda: “El pueblo de Entre Ríos al ex-alumno del Histórico, doctor Manuel Liberoff. Desparecido el 19 de Mayo de 1976. Memoria, Verdad y Justicia. Área Memoria y DD HH Uader – Subsecretaría de Derechos Humanos, Gobierno de Entre Ríos. 1976 - 19 de Mayo - 2009“.
En la misma pared ya se encuentra otra placa que recuerda a los ex alumnos del Colegio, desaparecidos durante la última dictadura, en la cual no estaba incluido Liberoff. Al finalizar el acto Silvia Garnier, hermana de Edgardo Roberto Garnier, y cuñada de Violetta Ortolani de Garnier, ambos desaparecidos en la zona de
FOTOS: V.B.